Para el diagnóstico de la atrofia vaginal, el ginecólogo utiliza diferentes herramientas, como el historial de la paciente, una exploración física y análisis de laboratorio, entre ellos el del pH vaginal y el del nivel de hormonas. Todo ello contribuye a un diagnóstico correcto y a encontrar una solución. Las mujeres deberían hablar del tema con su ginecólogo con normalidad y naturalidad. Él o ella darán respuesta a todas sus preguntas y preocupaciones.
Aunque dos tercios de las mujeres con atrofia vaginal hablan sobre los síntomas con su profesional sanitario, muchas otras son reacias a ello, 6 de cada 10 mujeres esperan a que su ginecólogo empiece la conversación. Es importante, sin embargo, que expliquen bien al médico los síntomas que tienen para que éste les pueda ofrecer la ayuda adecuada. Los ginecólogos tienen mucha experiencia en esta patología y sabrán abordarlo de forma adecuada.
A fin de hacerle más fácil la consulta con su profesional sanitario, puede rellenar y entregar a su médico los siguientes cuestionarios:
- Cuestionario sobre salud vaginal
- Guía de autodiagnóstico de la atrofia vaginal