Preguntas más frecuentes

La menopausia es la etapa natural en la vida de las mujeres que se caracteriza por el cese permanente de la menstruación y la fertilidad, ya que los ovarios dejan de producir óvulos. La causa es la disminución de los niveles de estrógenos (las hormonas femeninas) en el organismo. La menopausia normalmente se confirma cuando la mujer ya no tiene su período durante 12 meses consecutivos, en ausencia de otras causas conocidas (algunas intervenciones quirúrgicas y tratamientos médicos pueden inducir a “la menopausia").

Es importante recordar que la menopausia es un punto de inflexión que todas las mujeres experimentan, y no una enfermedad, aunque puede tener un fuerte impacto en el bienestar y calidad de vida.

La menopausia tiene lugar habitualmente entre los 45 y los 55 años de edad, pero no siempre es así. Si bien la edad media se sitúa alrededor de los 51 años. La menopausia prematura tiene lugar antes de los 40 años, pero es bastante infrecuente, ya que sólo un 1%-4% de las mujeres la presentan.

 

El dolor durante las relaciones sexuales es uno de los síntomas asociados a la atrofia vaginal, un trastorno que presenta una de cada dos mujeres postmenopáusicas. La disminución natural de los niveles de estrógenos que se produce durante la menopausia afecta a diversos tejidos del organismo de la mujer, como los de la vagina, con lo que puede que ésta pierda elasticidad, se vuelva más frágil y se lesione más fácilmente. Por ello, la mujer puede sufrir dolor durante las relaciones sexuales. Además, estos síntomas podrían reducir el deseo sexual: a muchas mujeres que los sufren reprimen el deseo de hacer el amor por un mecanismo de defensa. Y como consecuencia de ello, la atrofia vaginal también puede causar problemas de pareja, aunque no tiene por qué ser así. Existen opciones para abordar la atrofia vaginal y quienes la padecen no están obligadas a aguantar síntomas y reducir su calidad de vida. Es recomendable que hablen abiertamente con su ginecólogo que les explicará las opciones disponibles.

 

Existe una amplia variedad de síntomas asociados a la menopausia, desde físicos hasta psicológicos. Además de la sequedad, el dolor y el picor vaginal, las molestias durante las relaciones sexuales y la irregularidad de los ciclos menstruales, las mujeres también pueden presentar los siguientes:

  • Sofocos y sudoración nocturna
  • Falta de interés o menor interés por el sexo
  • Palpitaciones Cardiacas
  • Alteraciones en el estado de ánimo, como depresión, ansiedad or cansancio
  • Dificultad para dormir
  • Infecciones urinarias (IUs)

Cada mujer experimenta la menopausia de forma distinta y puede presentar síntomas únicos y diferentes de los de las demás. Y aunque la menopausia es a menudo una fuente de problemas molestos puede y debe ser también el comienzo de una nueva y gratificante etapa de la vida de una mujer.

 

Si las mujeres no quieren quedarse embarazadas, deben continuar usando un método anticonceptivo durante la menopausia. No obstante, después de un año sin la menstruación, es muy improbable que puedan quedarse embarazadas.

La menopausia no marca el fin de una vida sexual grata y satisfactoria y está claro que el interés de las mujeres por el sexo no desaparece cuando llegan a esta etapa. De hecho, más de la mitad de las mujeres en la postmenopausia temprana son sexualmente activas. En algunos casos, incluso mejora su vida sexual, bien porque tienen más tiempo libre, porque aceptan mejor su cuerpo o porque no tienen que preocuparse ya de la posibilidad de un embarazo.

No obstante, debido a los cambios naturales que tienen lugar en la vagina en esta etapa de la vida, hay mujeres que presentan molestias vaginales, lo que puede causarles problemas durante las relaciones sexuales. Afortunadamente, hoy en día existen alternativas para abordar estos síntomas. El primer paso es hablar  hablar con su ginecólogo, que le explicará cómo afrontar de manera eficaz y personalizada  la atrofia vaginal.

 

La atrofia vaginal es un trastorno crónico y progresivo causado por la disminución de los niveles de estrógenos durante la menopausia. Está asociada a síntomas como sequedad, dolor en las relaciones sexuales, irritación, sensibilidad, sangrado, dolor al hacer ejercicio...etc. Lo que puede causar disfunciones sexuales secundarias.

Dado que la atrofia vaginal es un trastorno progresivo, puede tener diferentes grados.  Cuando la mujer padece de una atrofia vaginal de moderada a severa, sería recomendable consultar a su ginecólogo

 

Las mujeres con atrofia vaginal deberían contárselo a su pareja si los síntomas resultan molestos, ya que pueden causar ansiedad a ambas partes. El deseo sexual disminuye en casi la mitad de las mujeres como consecuencia directa de los síntomas de atrofia vulvo vaginal y casi 7 de cada 10 mujeres del sur de Europa evitan la intimidad debido a síntomas de la AVV (sequedad vaginal, dolor o sangrado de origen desconocido. Por este motivo, la atrofia vaginal puede tener consecuencias negativas en la vida sexual y la relación de pareja, pero no debería ser así.

Es importante que las mujeres dialoguen sin vergüenza con sus parejas y les expliquen sus sensaciones para que puedan comprender su malestar. Según la encuesta  realizada a 2600 mujeres postmenopáusicas de 55-65 años de edad con molestias vaginales y a sus parejas en toda Europa, casi 9 de cada 10 hombres quería que su pareja le hablara de los síntomas y dos tercios se sintieron cómodos con ello. Con paciencia, comprensión y la ayuda de tu ginecólogo, es posible tener de nuevo una vida sexual satisfactoria.

Las mujeres también pueden recomendar a sus parejas que entren en este sitio web para obtener más información sobre el tema, de manera que puedan ofrecerles un mejor apoyo.
En cualquier caso, además de con sus parejas, las mujeres deberían hablar con su ginecólogo.

 

Para el diagnóstico de la atrofia vaginal, el ginecólogo utiliza diferentes herramientas, como el historial de la paciente, una exploración física y análisis de laboratorio, entre ellos el del pH vaginal y el del nivel de hormonas. Todo ello contribuye a un diagnóstico correcto y a encontrar una solución. Las mujeres deberían hablar del tema con su ginecólogo con normalidad y naturalidad. Él o ella darán respuesta a todas sus preguntas y preocupaciones.

 

Aunque dos tercios de las mujeres con atrofia vaginal hablan sobre los síntomas con su profesional sanitario, muchas otras son reacias a ello, 6 de cada 10 mujeres esperan a que su ginecólogo empiece la conversación. Es importante, sin embargo, que expliquen bien al médico los síntomas que tienen para que éste les pueda ofrecer la ayuda adecuada. Los ginecólogos tienen mucha experiencia en esta patología y sabrán abordarlo de forma adecuada.

 

A fin de hacerle más fácil la consulta con su profesional sanitario, puede rellenar y entregar a su médico los siguientes cuestionarios:
- Cuestionario sobre salud vaginal
- Guía de autodiagnóstico de la atrofia vaginal