Irritabilidad y cambios de humor en la menopausia

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Debido a los cambios hormonales que sufre el cuerpo de la mujer durante la menopausia es frecuente que muchas mujeres experimenten síntomas depresivos y alteraciones del estado de ánimo, sin que eso implique llegar a sufrir depresión. Irritabilidad, ansiedad, cambios bruscos de humor, etc. son algunos de los signos más habituales. No obstante, será más propensa a tener estas alteraciones si ya de por sí las padecía antes de los periodos menstruales o tras el parto.

Son los propios trastornos asociados a esta etapa de la vida de la mujer, como los sofocos o el insomnio, los desencadenantes más habituales. La alteración del sueño provocada por los sofocos, síntoma más frecuente en la menopausia, es importante por sí misma, ya que dificulta el descanso, lo que provoca mayor irritabilidad, ansiedad, cambios bruscos de humor, tristeza o melancolía.

No obstante, si sigue losconsejos médicos, estos cambios psicológicos van poco a poco remitiendo.

Por otro lado, descansar lo suficiente o mantenerse físicamente activa también le ayudará a sentirse mejor.

Depresión ¿Cuestión de género?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que toda persona sufre alguna vez en la vida un episodio depresivo más o menos severo. Y, en este sentido, las mujeres son más susceptibles que los hombres. Uno de los factores que más repercute en las mujeres a la hora de presentar una depresión es el hecho de tener demasiadas responsabilidades adquiridas en el hogar y el trabajo. Así, el estrés y la depresión se incrementan cuando la mujer asume este triple papel en la sociedad: es ama de casa, cuida de sus hijos o de sus padres y además trabaja fuera del hogar.

Además, repercuten en la mayor prevalencia de esta patología en la mujer las hormonas femeninas (estrógenos), factores genéticos, causas ambientales y ciertas características psicológicas y de personalidad. En concreto, en la vida de la mujer hay muchos momentos en los que la depresión está presente, sobre todo los relacionados con cambios en el ciclo reproductivo: menarquia, menstruación, anticoncepción, embarazo, parto, lactancia y menopausia, son siempre etapas críticas, de cambio, en las que se suman factores biológicos, psicológicos y sociales que suponen un riesgo para la estabilidad emocional de la mujer. Por otra parte, existe una clara relación entre cerebro, hormonas sexuales y conducta que explica buena parte de las peculiaridades femeninas de los trastornos emocionales.

Períodos de mayor riesgo

A lo largo de la vida de la mujer, hay varios periodos en los que es más propensa a padecer una depresión, bien sea leve, moderada o severa. Estos periodos son el embarazo junto con el post-parto y la menopausia, incidiendo especialmente en el que mayor riesgo representa que es la perimenopausia (4 años antes de comenzar la menopausia). Asimismo, la menopausia, en general, todavía está asociada a cambios negativos e incomodidades. Sin embargo, la mujer debe afrontar esta etapa con optimismo y como un ciclo más en su proceso de madurez y envejecimiento que no tiene porqué alterar su calidad de vida si recibe una atención sanitaria adecuada.

La mayor o menor autoaceptación dependerá en buena parte de lo que se ha logrado realizar a lo largo de la vida, en relación con las expectativas sociales, y eso será un factor determinante a la hora de caer o no en un estado depresivo. En cuanto al embarazo y el parto, suponen intensos cambios fisiológicos y psicológicos, potencialmente estresantes.

También influye en la aparición de problemas psicológicos la educación sentimental. La mujer tiene una mayor afectividad y mayor sensibilidad al mundo de la melancolía comparada con el hombre, que es menos afectivo y aprecia menos el valor sentimental de las cosas. Aún así, muchas mujeres que han sido expuestas a estos factores no sufren depresión.

Por todos estos motivos, es importante consultar al ginecólogo todas las dudas y expresar sus miedos desde los primeros síntomas. Así, se podrá detectar y tratar cualquier tipo de alteración del estado de ánimo o cuadro depresivo.

Referencias

  • Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM)
  • Nappi RE, Climacteric 2015; 18: 233-240
  • Nappi RE, et al. Maturitas 2013; 75:373-379
  • Nappi RE and Kokot-Kierepa M. Climacteric 2012; 15:36-44

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