Menopausia: mayor riesgo de osteoporosis

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Tras la menopausia, las mujeres presentan un mayor riesgo de osteoporosis, que según la OMS es una enfermedad caracterizada por una masa ósea baja y un deterioro de la microarquitectura del tejido óseo, que conducen a una mayor debilidad ósea y a un aumento del riesgo de fracturas.

La causa, como en muchas otras patologías tras la menopausia, se encuentra en la disminución de los niveles de estrógenos, una hormona femenina que, entre otras cosas, contribuye al mantenimiento de la masa ósea. Ésta se descompone y recompone constantemente en un proceso que suele desarrollarse de forma simultánea, pero, tras la menopausia, la descomposición supera en velocidad a la “fabricación” de hueso nuevo.

La osteoporosis incrementa el riesgo de fracturas en los huesos -sobre todo en la columna, las caderas y las muñecas, pero muchas mujeres desconocen que la padecen porque no experimentan sus síntomas y no se dan cuenta hasta que no sufren alguna fractura. Para no tener que llegar a situaciones como éstas, las medidas preventivas ayudan a mantener la densidad ósea e incluyen una dieta apropiada, la práctica de ejercicio y el abandono del hábito de fumar.

Respecto a la dieta, conviene prestar especial atención a la ingesta de calcio y vitamina D. Las mujeres premenopáusicas deberían consumir al menos 1.000 miligramos de calcio al día, cantidad que se eleva a 1.200 en el caso de las postmenopáusicas. Superar los 2.000 conllevaría, sin embargo, el riesgo de efectos secundarios indeseados; de ahí la importancia de un control adecuado.

Las principales fuentes de calcio son la leche y sus derivados, como el queso y el yogur, y verduras verdes tipo col rizada y brócoli. Dado que el consumo de estas últimas está menos generalizado en España que el de productos lácteos, la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) ofrece un sencillo “truco” para calcular la cantidad de calcio ingerida al día: multiplicar el número de raciones de lácteos por 300 miligramos. Por ejemplo, dos vasos de leche, un yogur y una porción de queso rondarían (4 x 300) los 1.200 mg. diarios. Recomienda, no obstante, tomar suplementos de calcio si no se alcanza esta cantidad con la dieta.

La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Se puede obtener de dos formas, además de con suplementos. Por un lado, mediante la exposición al sol, que favorece su producción natural por el organismo; por otro, con el consumo de los pocos alimentos en los que está presente: pescados grasos como la caballa, el atún y el salmón, yemas de huevo, leche u otros productos enriquecidos con ella, etc. A día de hoy, la comunidad científica debate qué niveles de vitamina D son los más adecuados y hasta qué punto puede hablarse de un déficit generalizado de la misma.

En cuanto al ejercicio, disminuye el riesgo de fractura de huesos en general, ya que mejora la masa ósea en mujeres premenopáusicas y la mantiene en las postmenopáusicas. Además, al incrementar la fuerza muscular en la cadera, reduce las habitualmente graves fracturas en esta zona. La AEEM recomienda al menos 30 minutos de ejercicio tres veces por semana y, por supuesto, dejar de fumar si se tiene este hábito, que acelera la reducción de masa ósea.

Finalmente, hay que tener en cuenta -aunque esta cuestión debe tratarse siempre con su médico- que determinados medicamentos pueden reducir también la masa ósea. Y que, obviamente, como las fracturas y sus secuelas son el mayor riesgo al que se enfrentan las mujeres con osteoporosis, no está de más extremar las precauciones para prevenir caídas: mostrarse cuidadosas al andar sobre alfombras o junto a cables, proporcionar una iluminación adecuada a todas las habitaciones de la casa, evitar superficies resbaladizas y, nuevamente, consultar al médico si algún medicamento puede provocar somnolencia o mareos.

Referencias

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